Untitled

             

   La joven estaba acostada, pero ya no soportaba el miedo que le causaba la tremenda tempestad.Así que se levantó abrazada a su peluche de ornitorrinco, que le obsequió su mejor amigo, y a las corridas llegó a la habitación de su compañero de aventuras, Thomas.

-¿Thommy?¿Estás despierto?-dijo en susurro.
-¿Qué quieres pelirroja?-respondió saliendo detrás de ella.
-¡¡¡Ahhhhhhh!!!-gritó Marie dando un salto.
-Calma Marie, soy yo, Thomas
-Ay, me asustaste ¿Qué hacías levantado?
-Fuí al baño
-¿Puedo quedarme aquí contigo?, estoy asustada-suplicó
-Marie, ya tienes 16 y estás grande para temerle a una simple tormenta
-Peroo...-Marie suspiró-Ok, buenas noches.
-Adiós-respondió Thom y Marie salió del cuarto en camino al suyo, pero cuando paso frente a las escaleras, miró hacia abajo, y vió unas luces rojas que dibujaban cosas inentendibles.Parecía un acto de magia sobrenatural o tal vez unos fantasmas intentando darle un mensaje, sin embargo también cabía la posibilidad de que sean alucinaciones, simplemente una locura, ¿O tal vez parte de sus sueños?, ella no lo sabía.
   Las luces se dirigieron hacia el living y Marie por instinto las siguió; intentó prender la luz pero al parecer no había energía.
   Se oían ruidos extraños y Marie no podía ver nada, así que tomó de un cajón una linterna, la que encendió y alumbró hacia donde provenía el sonido.Al ver lo que causaba ese ruido se tornó blanca como la nieve, frente a ella se encontraba una especie de criatura sobrenatural comiéndose una rata y al parecer la habitación estaba llena de sangre; la joven intentó gritar pero de repente ya no podía pronunciar ni media palabra, así que corrió escaleras arriba con dirección al cuarto de Thom, seguida de esa bestia.
   El camino parecía no tener final, Marie corría desesperada, había sangre por doquier; lo extraño era que en la casa sólo estaban ella y Thomas, eso le hizo pensar en lo peor, pero en un instante impactó con algo, sí, era la puerta de la habitación de Thom.Entró y cerró con seguro, volteó e intentó hablar otra vez y para su fortuna esta vez logró pronunciar algo:

-Thommy estoy asustada, hay sangre por todas partes y también hay una criatura que me persigue-cuando miró la cama ya no había nadie-¿Thommy? no me asustes-dijo llorando, pero de un momento a otro alguien o algo comenzó a golpear la puerta brutalmente.Marie sólo podía gritar hasta que ya no aguantó más y se escondió debajo de la cama ensangrentada de su amigo.La puerta se abrió destrozando el seguro pero sólo pudo verse una profunda obscuridad, aunque Marie pudo sentir una presencia.Luego alcanzó a ver unos pies pero pronto desaparecieron y en cuestión de segundos apareció un rostro con vendas viejas que lo cubrían sin ningún orificio, su boca no se marcaba, ni su nariz, parecía que no las tuviese, en cambio los ojos se notaban un poco aunque obviamente estaban tapados.
   El "tipo" se levantó y sin previo aviso tomó a Marie del tobillo sacándola de abajo de la cama, permitiendole a la joven admirarlo y notar que era demasiado alto para ser humano y que traía un traje manchado con sangre de rata, o eso esperaba.
   Esa cosa intentó jalarla pero ella se soltó de una patada.Llegó a un rincón y cerró sus ojos, mientras lloraba del miedo, aceptando su final, sin embargo nada sucedió.
   Lentamente abrió sus faroles celestes y vió cómo caía el fenómeno al suelo.Entonces escuchó:

-¿Estás bien?
-¿Thommy?
-¿Te hizo daño? 
-¡¡¡Thommy!!!-dijo abrazándolo y llorando.
-Tranquila, ya pasó-la consoló Thom.
-Creí que no volvería a verte
-Tranquila Marie, no estaba porque esa cosa me arrastró hasta el medio del bosque para que no te ayude-una mano blanca lo tomó del pié y lo arrojó al otro lado de la habitación.

-¡¡¡Thommy ayúdame!!!

   Thomas tenía más miedo que Marie porque él sabía qué era esa cosa y sabía que no pararía hasta matarlos, pero cuando ese alto, flacucho se acercó a la pelirroja se pasó de la raya.

-¡¡¡Oye, invécil!!!-el extraño volteó-¡Una cosa es que te metas conmigo, pero no te acerques a ella-pronunció con mucho coraje y la bestia retrocedió-¡Así es!¡No te tengo miedo!-esa cosa se encogió al tamaño de un muñeco.
   
   Ya amanecía y cuando la luz solar llegó al "muñeco" éste se desintegró.
   El picaporte empezó a moverse y los dos cerraron los ojos:

-¡Hola chicos!-apareció el padre de Thom.
-¡¡¡AHHHHHHH!!!-gritaron juntos.
-Tranquilos-apareció la madre de Thom. 
-Momento ¿Qué vieron abajo?
-Nada-contestaron confundidos.
-Pero estaba toda la casa llena de san...-miró la pieza que se encontraba limpia-gre
-¿¡¿Qué?!?-dijeron los adultos, así que Thom y Marie les contaron toda la historia con lujo de detalle y respondieron con una risita: 

-Chicos, eso debe haber sido su mente-dijo el padre de Thom, Ferb.
-Sí, a veces la mente nos juega un juego que parece muy real pero en realidad no lo es-continuó la madre de Thom, Vanessa.
-Peroo...-reprocharon ambos jóvenes.
-Wow me parece muy raro que con 16-miró a Marie-y 17-miró a Thom-se hallan creído eso-finalizó Ferb.
-En fin, vengan y les prepararé unas galletas y un chocolate caliente
-Mejor lo hago yo cariño-dijo Ferb.
-Ok-respondió Vanessa.

   Ferb y Vanessa se fueron a la cocina dejando a los chicos solos en el living:

-Thommy yo aún creo que es verdad 
-También yo pero mejor olvidémosnos de eso, y aprovechando que estamos solos...-se acercó y besó a Marie sin previo aviso.
-¿Y eso qué fue?-preguntó sonrojadísima. 
-Lo que siento y algo que me saca el tema anterior de la cabeza-Marie le robó un beso-¿Y eso?
-Yo también quiero olvidarlo y siento lo mismo-esta vez ambos se besaron apacionadamente.

   Así los chicos olvidaron esa noche tan horrorosa, supuestamente irreal, que los traumaba.Pero hay una duda que siempre merodeó en su cabeza:"¿Será verdad que la mente humana es muy poderosa o será que la mente de sus padres es muy incrédula?".